Servicio
Fisioterapia traumatológica
Nuestra área de fisioterapia traumatológica se especializa en brindarte un tratamiento integral y personalizado para que recuperes tu movilidad, fuerza y funcionalidad, en caso de una lesión musculoesquelética.
Sintomatología más común
Puede ser agudo o sordo, constante o intermitente y es normal que se agudice con el movimiento o al tocar la zona afectada.
La zona lesionada puede estar hinchada, enrojecida y caliente al tacto.
Puede haber dificultad para mover la articulación o el músculo afectado.
Puedes sentir que la zona lesionada está débil o que no puedes usarla con normalidad.
Pueden aparecer moratones o hematomas en la zona lesionada.
En algunos casos, se puede experimentar entumecimiento u hormigueo en la zona afectada o alrededor de ella.
Se puede escuchar o sentir un chasquido o crujido al mover la articulación lesionada.
En casos graves, como fracturas o dislocaciones, puede haber una deformidad visible en la zona afectada.
Ejemplo de lesiones

Las lesiones musculoesqueléticas pueden afectar a tu movilidad y calidad de vida. En B-motion tratamos esguinces, distensiones y fracturas con un enfoque personalizado para una recuperación efectiva. Te ayudamos a sanar y volver a tu rutina con seguridad y confianza.
Esguinces
Lesiones de los ligamentos que conectan los huesos entre sí.
Distensiones
Lesiones de los músculos o tendones.
Fracturas
Roturas en los huesos.
Dislocaciones
Cuando un hueso se sale de su articulación.
Tendinitis
Inflamación de los tendones.
Bursitis
Inflamación de las bursas, que son pequeñas bolsas llenas de líquido que amortiguan las articulaciones.
Qué podemos hacer por ti
En nuestro centro, realizamos una evaluación exhaustiva y precisa de tu lesión musculoesquelética, sin importar si afecta a tus articulaciones (como hombros, rodillas, codos o tobillos), músculos (desgarros, distensiones o contracturas), huesos (fracturas o fisuras) o tejidos blandos (ligamentos, tendones o cartílagos).
Para ello, utilizamos una combinación de técnicas avanzadas como:
- Exploración física: Observamos la zona afectada, palpamos para detectar puntos dolorosos, evaluamos tu rango de movimiento y realizamos pruebas específicas para determinar la naturaleza de la lesión.
- Pruebas de imagen: En algunos casos, podemos solicitar radiografías, resonancias magnéticas o ecografías para obtener una imagen detallada de la estructura afectada y confirmar el diagnóstico.
- Análisis de tu historial: Nos interesa conocer cómo ocurrió la lesión, tus síntomas, tu nivel de actividad física y tu historial médico para comprender mejor tu situación.
Con toda esta información, diseñamos un plan de rehabilitación personalizado que se adapta a tus necesidades, objetivos y capacidades. Este plan puede incluir:
- Ejercicios terapéuticos: Para fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad, recuperar la movilidad y restablecer la función de la zona lesionada.
- Terapia manual: Técnicas como masajes, movilizaciones articulares o estiramientos para aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la circulación.
- Electroterapia: Aplicación de ultrasonido, TENS o láser para controlar el dolor y la inflamación.
- Educación del paciente: Te enseñamos cómo cuidar tu lesión, realizar ejercicios en casa y adoptar posturas correctas para prevenir futuras lesiones.
Te acompañamos en cada paso del proceso de rehabilitación, brindándote apoyo, motivación y seguimiento constante para que puedas recuperar tu movilidad, fuerza y funcionalidad de la manera más efectiva y segura posible.